Querido Hermano Alex:
Me hablas en tu correo sobre la apertura y cierre de los
trabajos en logia, preguntándome si puedo ampliar tu plancha con alguna aportación
sobre el estado y la disposición del
masón en estas partes del ritual, y me ha venido repentinamente el consejo que
le regala el filósofo Seneca a Lucilio, en una de sus cartas: “No tienes que filosofar
cuando te encuentres libre, sino que tienes que encontrarte libre para filosofar”.
Sí, seguramente llevas razón, cuando dices que, sin ser realmente
conscientes, una gran mayoría de las tenidas que celebramos, y en las que participamos,
no está presente el “verdadero espíritu de la masonería”, independientemente
del rito en que trabajemos.
Ya hemos comentado en otras ocasiones que el “verdadero
espíritu de la masonería” en las tenidas no nace de la simple repetición y
escenificación de un ritual. Los símbolos y los rituales, adoptados de los
antiguos maestros canteros, no favorecen por si mismos la vida espiritual ni el
autoesclarecimiento, y mucho menos la construcción de nuestro propio templo,
más aún cuando la repetición, la memorización, el hábito y la vivencia mecánica
de los símbolos y rituales masónicos hacen la mente perezosa.
Sí, seguramente también llevas razón, cuando dices que, la
mayoría de tenidas las dedicamos a “temas administrativos y de organización de
la logia, y poco más”. Pero, incluso así, el “verdadero espíritu masónico”
debería estar presente en ellos.
Te diré que los masones debemos asistir a las tenidas con el
“verdadero espíritu de la masonería”
puesto desde casa, mejor dicho: interiorizado y vivido. En todo caso siempre
nos quedará la oportunidad de desprendernos de los “metales” en la zona de
pasos perdidos, antes de entrar en el templo, y con ello de prepararnos para
que el “verdadero espíritu de la masonería” presida los trabajos en logia.
De ahí la importancia de la Apertura y Cierre de los
trabajos en logia, esencialmente simbólicos y filosóficos, limitando el espacio
y tiempo sagrados. Y, como ya comenté en otra ocasión, ese espacio sagrado no
existe “per se”, ni “ex nihilo”. Siendo mucha más que un lugar físico, se crea
de nuevo en cada tenida, limitado por la Apertura y Cierre de los trabajos en
logia.
Y es la vivencia simbólica de la Apertura de trabajos la que
marca la transición entre el mundo profano y el del espacio y tiempo sacralizados,
dónde sólo imperan los valores masónicos de tolerancia, empatía, fraternidad y búsqueda
de la verdad.
Por mucho que representemos
los rituales, si estos no son vividos e interiorizados, por todos los hermanos
presentes en la tenida, ese espacio y tiempo sagrado no tiene la posibilidad de
ser creado. Y, aún peor, por muy perfecta que sea la representación del ritual,
por muy magnifica que sea su puesta en escena,…sin esa búsqueda del espacio y
tiempo sagrados, donde se manifieste el “verdadero espíritu masónico” con toda
su Sabiduría, Fuerza y Belleza,.. sin esa búsqueda, la Apertura y Cierre de los
trabajos, así como el resto de la tenida, no irán más allá de un mero espectáculo,
un mero folclore rayando la ignorancia y la superstición.
Parafraseando a Sócratés, añadiré que no tienes que encontrar
el “verdadero espíritu masónico” cuando
te encuentres libre, sino que tienes que encontrarte libre para encontrar el "verdadero espíritu de la masonería", y ello
significa un trabajo personal para desprenderse de los metales, sustituyéndolos
por la tolerancia, la empatía, la gratitud, el perdón, la serenidad y la
disposición a construirnos a nosotros mismos.
Sí, Querido Hermano Alex, tristemente, yo también sospecho
que podemos ostentar todos los grados, oficios, cargos, y obtener toda la
repercusión masónica y profana imaginable, sin haber visualizado y vivenciado
el “verdadero espíritu de la masonería”.
No tienes que encontrar el “verdadero espíritu
masónico” cuando te encuentres libre,
sino que tienes que encontrarte libre para encontrar el “verdadero espíritu
masónico”.