lunes, 31 de enero de 2011

Español...El complejo y difícil arte de la aplomaciones


Al igual que otros oficios y responsabilidades en la logia, la de las APLOMACIONES es compleja y difícil, y si los maestros encargados de realizar las entrevistas no han profundizado en que consiste la operación de aplicar la plomada a la piedra bruta para evaluar su aptitud a ser pulida, si no han visto sus muchas implicaciones, ¿qué tratarán de reconocer en los profanos entrevistados? ¿Qué resaltarán al emitir el preceptivo informe para que la logia vote la candidatura con conocimiento de causa?

Es más de los mismo, si estos hermanos masones encargados de aplicar la plomada a la piedra bruta no han recibido una instrucción correcta, si no han “vocacionado” su interés por la Masonería, si no han visualizado el beneficio del “Arte Real”, si no han desarrollado su “inteligencia emocional”, si no están libres de patrones y vivencias mecánicas sobre el “Arte Real”, si no se han enriquecido con su propio seguimiento y vivencia del acróstico V.I.T.R.I.O.L., si no saben distinguir entre la masonería y otros tipos de organizaciones, ¿qué pueden aplomar y reconocer, salvo su propia imagen e interés en la masonería?

Si los maestros encargados de realizar las aplomaciones están atrapados en una vivencia de “masonería light” y de repeticiones mecánicas, ¿qué podrán reconocer más allá de esa nube que les envuelve? Una nube formada por el vapor de sus idealizaciones y mitificaciones. ¿Cómo podrán aplomar si ellos mismos son incapaces de comprender en profundidad el verdadero sentido y la vigencia de la masonería? ¿Qué podrán buscar en los otros, si ellos mismos no han experimentado el ánimo creativo de la propia autoconstrucción?

Nadie, a menos que tenga un interés vocacionado por conocerse y construirse a sí mismo, debería ser iniciado Masón.


sábado, 22 de enero de 2011

Español...La masonería no necesita idolatrar ni mitificar para justificar su sentido y vigencia en este siglo XXI




¿Requiere la masonería, para justificar su vigencia y sentido en este siglo XXI, reforzarse en sus idolatrados y mitificados masones históricos?

¿Requiere la masonería, para justificar su vigencia y sentido en este siglo XXI, ampararse en su controvertida historia y en sus leyendas rosas?

La idealización y la mitificación en la masonería llevan un prejuicio epistemológico incrustado. Muchos masones no somos conscientes de las desventajas que representan el aceptarlas sin más y el percibirlas como si formaran parte del orden natural de las cosas. A menudo, nos olvidamos que son una invención construida en un contexto histórico y de acuerdo con determinados intereses.

El aceptarlas sin más hace que sea más difícil un verdadero renacimiento de la masonería.

La idealización y la mitificación anula nuestro sentido crítico y no sólo tienen una importante influencia en nuestra manera de concebir y vivir la masonería: distorsionándola; sino también en la configuración de la misma y en las expectativas y exigencias que asumimos.

Toda esta idolatría y mitificación nos hacen confundir el Arte Real, sus rituales y símbolos con lo que representan, al ser incapaces de elevarnos hasta su significación a través de la inteligencia emocional.

Cuando no sé viven los rituales y los símbolos más que de una forma mecánica, su razón de ser y su eficacia desaparecen; los símbolos ya no son más que una imagen vana objeto de culto, y su conservación no es más que una mera superstición.

La masonería en este siglo XXI no necesita, para justificar su sentido y vigencia, reforzarse en sus idolatrados y mitificados masones históricos, ni ampararse en su controvertida historia y en sus leyendas rosas.

La masonería en este siglo XXI justifica su sentido y vigencia en el “beneficio” del Arte Real, como verdadero método de construcción personal, teniendo por objeto la búsqueda de la verdad.

La masonería no necesita idolatrar ni mitificar para justificar su vigencia.

sábado, 15 de enero de 2011

Español...El sentido y la vigencia de la masonería no se cimentan, ni descansan, en leyendas negras y rosas


El sentido y la vigencia de la masonería en este siglo XXI no se justifican, ni se acreditan, por el número de logias ni por la existencia de millones de masones esparcidos por toda la superficie del planeta.

El sentido y la vigencia de la masonería en este siglo XXI no se cimentan, ni descansan, en su controvertida y polémica historia, ni en las diferentes leyendas y falsos mitos, que basados en sus rituales, secretismo y su capacidad para el tráfico de influencias, han rodeado a la masonería. Leyendas negras y rosas.

El sentido y la vigencia de la masonería en este siglo XXI se justifican y se acreditan por el beneficio del “Arte Real”, al devolver los trabajos “iniciáticos” a un primer plano; dignificando, “ex novo”, su “método” para “hacer de hombres buenos, hombres mejores”, a través del poder del lenguaje de sus rituales, sus símbolos y sus metáforas.

El sentido y la vigencia de la masonería en este siglo XXI se cimentan y descansan en su "GRAN SECRETO", que no puede ser traicionado por nadie, el de la vivencia “íntima” y “secreta”, “mística” e “individual” de los masones vocacionados.

El sentido y la vigencia de la masonería en este siglo XXI se manifiesta en ese “HOMBRE NUEVO” y “EVOLUCIONADO” que se conforma mágicamente con “EL HOMBRE INICIADO”.

El sentido y la vigencia de la masonería no se cimentan, ni descansan, en leyendas negras y rosas.

jueves, 6 de enero de 2011

Español...El beneficio del "Arte Real" influye más allá de las logias


El beneficio del “Arte Real” influye más allá de las logias.

Es una realidad que la lucidez individual de un masón influye más allá de las logias cuando experimenta una verdadera transformación.

Si el masón justifica su pertenencia a la masonería en función de sus intereses profanos, no podrá experimentar una verdadera transformación con la que influenciar en su entorno.

La verdadera transformación nace del conocimiento propio, al darse cuenta el masón de sus pensamientos, emociones, sentimientos y actitudes.

El masón, con su inteligencia emocional, se reconoce y se hace cargo de sí mismo, responsablemente.

El trabajo del masón, mientras no busque una visión integral de sí mismo y de la vida, tendrá poco significado con el que llenar los símbolos y rituales: Sin permitir manifestarse al “Arte Real” con toda su SABIDURIA, BELLEZA y FUERZA.

Los símbolos, los rituales y las metáforas cuando los vivimos de forma estereotipada y mecánica, a pesar de producirnos ciertos efectos agradables, no lograrán liberar nuestros condicionamientos, ni despertarnos a nuevas conciencias.

La masonería no se hace presente con nuestras mentes mecanizadas, sino cuando alcanzamos a vivir el “Arte Real” como masones inteligentes y libres, desde el principio de nuestro camino.

El beneficio del “Arte real” influye más allá de las logias cuando los masones no estamos llenos de frases huecas, llenos de conocimientos mecánicos.

Lo esencial para el masón es vivir plenamente su proceso de construcción.