No trabaja el Hermano Masón para su propia gloria, ni la de su Logia, ni de la Masonería, sino por un ideal simbolizado por el G.A.D.U.
Esta lección de humildad la recibimos en el momento mismo de la apertura de los trabajos, para tenerla fresca en la memoria durante todo el transcurso de la Tenida”, cuando el Venerable Maestro con toda solemnidad proclama : “a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo,…declaro abierta esta Respetable Logia…”.
¡Trabajamos a la gloria del Gran Arquitecto del Universo!
En la Clausura de los Trabajos, antes de romper la cadena de unión nombramos de nuevo un ideal simbolizado por el G.A.D.U. y así escuchamos proclamar a nuestro Venerable Maestro: “Antes de separarnos, elevémonos juntos hacia nuestro ideal. Que él inspire nuestra conducta en el mundo profano, que guíe nuestra vida, y sirva de faro luminoso para alumbrar nuestro camino”.
“Hermanos elevemos nuestros corazones fraternalmente y que nuestras miradas se vuelvan hacia la Luz”.
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