El Masón debe estar vocacionado a conocerse a sí mismo. Debe estar atento a sus propios pensamientos, emociones, sentimientos y actitudes; atento a sus acciones y reacciones; atento a sus propios condicionamientos y relatividades. Porque sólo así podrá conocer la naturaleza de su propia piedra bruta.
A menos que el Masón se conozca a sí mismo, a menos que vea sus condicionamientos y relatividades y empiece a liberarse, ¿cómo es posible que “despierte” y desbaste su propia piedra bruta?, ¿cómo es posible que sufra una transformación radical al construirse a sí mismo?
Sólo si comprendemos los mecanismos y el proceso de nuestro propio pensar y sentir podremos ayudarnos en nuestro proceso de autoesclarecimiento.
Conocer la naturaleza de nuestra propia piedra bruta es una cuestión vital para un Masón.
Un “Masón Vocacionado”, es decir, aquel que ha emprendido voluntariamente el proceso de conocerse y despertar, no tiende a evadirse de la realidad.
El “Beneficio” del “Arte Real se construye volviendo a nosotros mismos buscando la verdad y la lucidez: VISITA INTERIORA TERRA RECTIFICANDO INVENIES OCCULTUM LAPIDEM.
Con esta disposición hacia el autoconocimiento, el “Arte Real” se nos manifestará con toda su SABIDURIA, BELLEZA y FUERZA al conectar el lenguaje de los símbolos y rituales masónicos con nuestra propia naturaleza y vivencias, experimentando el proceso integral de la vida.
Sin esta conexión habrá un abismo entre nosotros y el verdadero sentido del “Arte Real”, ya que los símbolos y los ritos de los antiguos maestros canteros no favorecen, por si mismos, la vida espiritual ni el autoesclarecimiento, y mucho menos la construcción de nuestro propio templo.
Sin esta conexión entre los símbolos y rituales con nuestra propia naturaleza y vivencias, llenándolos de contenido, no será posible “esculpirnos” con el impacto y fuerza de los símbolos y metáforas, al dotarlos de verdadero sentido y carga emocional.
Sin esta conexión nuestra pertenencia a la masonería y el sentido verdadero del “Arte Real” serán parcelas distintas y separadas.
Nadie, a menos que tenga un interés vocacionado por conocerse y construirse a sí mismo, debería ser iniciado Masón.
El “Beneficio” del “Arte Real” se construye volviendo a nosotros mismos buscando la verdad y la lucidez: VISITA INTERIORA TERRA RECTIFICANDO INVENIES OCCULTUM LAPIDEM.
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